Los monitores TFT/TV TDT son una buena opción de compra para
aquellos que quieran algo más que un monitor, ya que en un mismo producto van a
tener un monitor para el ordenador y un TV con sintonizador TDT, y la calidad
que se va a obtener en función TV es muy superior a la que se obtiene con una
sintonizadora de TDT para ordenador, sobre todo cuando se utilizan a pantalla
completa.
La gama que actualmente hay en el mercado, tanto de modelos
como de calidades y precios, es muy amplia, y merece la pena que perdamos un
poco de nuestro tiempo comparando modelos hasta decidir cuál vamos a comprar.
Vamos a hacer un resumen de algunas características básicas
que debemos mirar:
- Relación de contraste: Mejor cuanto más alta, pero al
menos de 1000:1. Por debajo se resiente mucho la calidad de la imagen.
- Brillo: Depende mucho tanto del tamaño de la pantalla como
de la distancia a la que vayamos a tenerla, pero un brillo de entre 300 cd/m2 y
350 cd/m2 es suficiente y tiene un equilibrio entre calidad y que no moleste,
lo que es muy importante. Brillos superiores a 400 cd/m2 resultan molestos y, a
la larga, perjudiciales para la vista.
- Tamaño de pantalla: Aunque no hay un tamaño determinado,
siempre debemos adaptar éste a la distancia a la que vayamos a trabajar. Una
pantalla pequeña nos va a obligar o bien a trabajar con resoluciones grandes o
bien a forzar la vista en exceso. Una pantalla muy grande nos va a obligar a un
movimiento ocular continuo, lo que va a suponer un mayor cansancio.
Para una mesa de escritorio un buen tamaño está entre las
19'' y las 20''. Tamaños mayores, aunque resulten bonitos y espectaculares,
pueden terminar cansando excesivamente y dañando la vista, sobre todo si a estos
se une un alto brillo.

- Entradas: Como mínimo las tres más utilizadas (15pin
D-sub, DVI-D y HDMI) El euroconector (SCART) es también recomendable.
- Salidas: Que ofrezca la posibilidad de conectarlo a unos altavoces externos. Preferiblemente a un sistema Dolby 5.1
- Sonido: Estéreo, con altavoces de al menos 3 w.
- Soporte a pared: Ya depende de que lo vayamos a utilizar o no, pero si lo lleva, que cumpla con la norma VESA.
- Mando a distancia: Casi imprescindible en este tipo de producto, aunque es algo que ya todos llevan.
- Prestaciones varias: Aquí ya depende de lo que queramos. Especialmente interesante es el PIP. Otras opciones, como el teletexto, ya depende del uso que le vayamos a dar.
- Garantía y servicio: Este es un tema muy importante.
Debemos preguntar siempre quien y donde atiende la garantía y el servicio
técnico.
- Marcas: Son muchas las que hay en el mercado, y cada vez
proliferan más las económicas Made in China. Bueno, si tienen una cierta
calidad y un buen servicio post venta, son una opción, pero si no es preferible
ir a lo seguro. Marcas como LG, Samsung, Hyundai, Benq. Sony o similares
siempre son una garantía, y si de ajustar el precio se trata, quizás sea más
interesante renunciar a alguna prestación o característica que no vayamos a
utilizar prácticamente nunca a cambio de comprar algo más de calidad.
Nota: En solo unos meses hemos entrado de lleno en el mundo de las tres dimensiones. Los cines se llenan de películas en 3D, las televisiones incorporan la tecnología tridimensional, el mundial de fútbol y Roland Garros se retransmitirán en 3D, pero... ¿cómo se originan las imágenes tridimensionales? ¿Cómo son las cámaras que lo graban? ¿Por qué vemos en tres dimensiones?
La televisión convencional, la que la mayoría de la gente
tiene en sus hogares, solo pueden mostrar imágenes en dos dimensiones, las que
estamos acostumbrados a ver. Sin embargo, las imágenes en 3D consiguen una
sensación de profundidad más cercano a la vida real.
La tridimensionalidad se debe al ligero distanciamiento
entre los dos ojos, de modo que captan las imágenes desde ángulos distintos. La
combinación de imágenes individuales vistas por cada ojo consigue una sensación
de profundidad y dimensión en la mente. Es lo que se conoce como paralaje y es
la base sobre la que se han desarrollado las tecnologías en 3D.
Cuando se filman imágenes en tres dimensiones se utilizan
dos objetivos separados por una distancia fija. Al contener el doble de
información que las imágenes bidimensionales, las imágenes 3D deben ser
editadas conservando la información desde ambos ángulos. Cuando ser reproduce
el contenido, cada ojo debe percibir el contenido específico para él, de modo
que cuando se combinen en la mente se cree la sensación de profundidad.